Es decir, El Barón Rampante, creado por Italo Calvino.
Còsimo, uno de los primeros ecologistas de los que tuve noticia (en mi juventud) y cuya historia me fue regalada por un montañés que me enseñó(sin querer), lo bien que se respira en la montaña. En realidad, es un homenaje a todos ellos, incluido Roger Olmos , que con sus ilustraciones, me ha hecho revivir momentos en los que yo misma, sentí formar parte del arborícola mundo de Còsimo(tampoco he podido comer nunca caracoles).
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