Mientras acabo esta caja, pienso en la persona mayor en que se convertirá el bebé que será propietario de este baúl. Quizás no sabrá por qué le atraen los unicornios o por qué le gusta pasear por los bosques de abedules y hayas, misteriosos con sus contrastes de luz. Lo que sí sabrá es que esto le hace sentirse bien, como en casa. Y es que mientras hacía este baúl para él, he puesto lo mejor de mí pensando en este bebé que todavía es "nuevo" y no está adaptado al loco mundo que hemos creado los "adultos". También he pensado que se dice que una de las virtudes de los unicornios es la valentía y he mezclado la sensación que me evoca esta palabra, con la pintura azul del cielo ;-) Seguramente la va a necesitar.
Si un día queréis hacer un regalo especial a alguien, hago cosas como ésta. Este baúl es para una mamá que me lo pidió para guardar las cosas de su bebé hasta los....18 años.¿Te imaginas? Abrirlo a los 18 años y encontrar todo eso que seguramente habías olvidado y que sin embargo te hace sentirte muy cerca de quien eres?
2 comentarios:
Me gusta la idea y su realización y la página.
Suerte
¡Qué chulo! Se me podía haber ocurrido... En fin... Siempre se está a tiempo de empezar algo... ¿Se te ocurre cuál podía ser mi motivación de entrada para empezar un baúl? Está claro que no se pueden guardar las cosas de golpe, por muy significativas que sean... La elección requiere su tiempo e individualidad... Que cada cosa y momento te atrapen... Como tu cerezo...(genial como te comunicas...). Se aceptan sugerencias, pero la sorpresa que tendrá este niño-niña cuando deje de serlo, será... Sólo por el baul vacío vale la pena.
Un abrazo, artista
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